Introducción
Los pueblos originarios poseen una historia de resistencia y perseverancia, pues han enfrentado grandes desafíos que han amenazado su existencia, cultura y territorios. La sociedad contemporánea tiene la responsabilidad de apoyar sus derechos y revalorar su indispensable contribución a la diversidad cultural y la conservación del medio ambiente.
El indígena de Las Américas presenta un resumen de diversos aspectos de la cultura taína en Puerto Rico, y de veintidós etnias americanas representadas por las esculturas hiperrealista del artista sueco-peruano Felipe Lettersten.
Poblamiento
El ser humano tiene un largo historial de ocupación en las Américas. La evidencia arqueológica y los datos genómicos apuntan a que hubo unas primeras olas migratorias proyectándose desde el noreste asiático hacia América del Norte, hace alrededor de 25,000 años. La presencia humana en fechas tan tempranas no solo se ha registrado en el norte de América, sino también en el sur, según fue documentado recientemente en Brasil mediante la presencia de adornos corporales hechos de huesos de perezosos que datan desde al menos 24,000 años antes del presente. Estos movimientos poblacionales fueron posibles, en gran medida, por el uso de la navegación, que les permitió desplazarse, en relativamente poco tiempo, a través de grandes distancias. Fue la eventual adaptación de estos grupos a los diferentes tipos de ambiente en las Américas lo que propició el desarrollo de la gran diversidad cultural y social que existió por milenios en el mundo indígena.
Algunas de estas agrupaciones, adaptadas a la vida costera, desarrollaron técnicas de navegación que facilitaron su traslado por mar a regiones lejanas. Los primeros viajes sostenidos a largas distancias en las Américas fueron los que resultaron en el descubrimiento de las Antillas. Las fechas más antiguas en el Caribe insular se han documentado en la isla de Trinidad, y se remontan al 8,200 antes del presente. En las Antillas Mayores, estudios recientes indican que la isla que presenta la evidencia más antigua de la presencia humana hasta el presente es Puerto Rico, con fechas que se extienden a 6,200 años. Estos primeros grupos no solo aprovecharon los recursos disponibles en las islas —como son los perezosos y la jutía gigante—, sino que fueron los que introdujeron la agricultura y la producción de la cerámica, sentando así las bases para los procesos migratorios y desarrollos socioculturales que se dieron a través del tiempo en Puerto Rico y el resto del Caribe antillano.
Dr. Reniel Rodríguez