Santos de Palo de Puerto Rico: Estampas, Décimas y Coplas es una exposición que consta de setenta y nueve tallas acompañadas de una estampa o imagen del santo y una composición lírica en forma de décima, copla o gozo dedicada al santo.
El Museo de Las Américas, cónsono con su misión, ofrece esta exposición al público en general para dar a conocer esta atractiva colección de arte popular puertorriqueño, seleccionada y curada por Nitza Mediavilla de Toste. Basada en el trabajo investigativo y significativo de la antropóloga Dra. Yvonne Lange sobre los santos de palo de Puerto Rico, la muestra comprende tallas elaboradas en maderas nativas desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
Los frailes católicos llegan al Nuevo Mundo en el siglo XVI con la misión de evangelizar; para esto se valen de esculturas e imágenes religiosas. Con el paso del tiempo creció la necesidad de producir éstas localmente, por lo que los religiosos establecieron talleres para enseñar el oficio a aquellas personas que mostraran alguna habilidad hacia la talla de santos.
España será la nación más influyente en el fervor religioso de nuestro pueblo, dado el gran número de emigrantes procedentes de las Islas Canarias, la región andaluza y otros territorios. Otras piedades nos llegan traídas por inmigrantes de Italia, Francia, Alemania y los Países Bajos.
Los primeros artesanos y talladores puertorriqueños vivían alejados de las ciudades, y los caminos eran escasos y dificultosos. Al carecer de iglesias, frailes e imágenes para realizar su culto religioso, se vieron obligados a buscar medios para elaborar sus obras. Es muy probable que hayan recurrido a la pequeña estampa religiosa, para conocer las advocaciones, atributos y características de los santos, así como a las décimas y coplas populares como fuente de inspiración. Las estampas provenientes de Europa eran económicas y fáciles de conseguir. El gran logro de nuestros talladores fue sintetizar la imagen de la estampa y darle a su vez forma tridimensional.
Es importante resaltar la influencia que han tenido nuestras coplas y décimas cantadas en la conceptualización del santo de palo. Las coplas se usan en diferentes celebraciones, como Navidad, la llegada de los Reyes Magos, Semana Santa y las Fiestas de Cruz, entre otras. La devoción y las promesas a los santos también son plasmadas en estas oraciones de carácter popular.
A partir de 1990, nuestros talladores empezaron a utilizar otras fuentes de referencia directa. Actualmente los jóvenes talladores y escultores utilizan la computadora e internet, así como libros de arte religioso, para conocer y manejar la iconografía de los santos.
Nuestra iconografía tradicional continúa siendo la más tallada por el artesano contemporáneo, aunque muchas de estas devociones han dejado de tallarse o se tallan muy poco. Algunos talladores trabajan piezas comisionadas por un coleccionista privado o alguna institución donde la motivación no guarda ninguna relación con el fervor tradicional del devoto. Hay imágenes relacionadas a nuevas devociones del pueblo, como San Judas Tadeo, Juan Pablo II, madre Teresa de Calcuta y el beato puertorriqueño Carlos Manuel “Chali” Rodríguez.
Hoy en día el santo tallado ha alcanzado nuevo valor, al ser adquirido como bien cultural coleccionable y, por ende, mercantil. Sin embargo, no se debe olvidar la misión original del santo de palo como objeto de piedad y evangelización.
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